Fibromialgia y Neurociencia ¡Tu cerebro está equivocado! (Parte I)

29.09.2022

Te preguntarás que cómo me atrevo a decirte que tu cerebro está equivocado así por las buenas. El caso es que esa afirmación, no te la digo yo, ni me la he sacado de la manga. Si continúas leyendo, te lo explico...

Existen ya muchos estudios que confirman que NO existe una relación directa entre el dolor que sentimos muchas veces, con las alteraciones que se observan en las pruebas de imagen (artrosis, degeneración, roturas...). Es decir que, si no eres un o una jovenzuela y aunque no tengas dolor de rodilla, puedes apostar que, si te realizas una prueba de imagen, lo más probable es que te digan que tienes algún tipo de alteración.

En el caso de la fibromialgia esto resulta ser muy complejo ya que, como el dolor suele ser generalizado, a veces se concreta en alguna articulación, espalda etc., en las pruebas de imagen siempre pueden aparecer alteraciones, que necesariamente no tienen por qué generar dolor. Esto para nosotros y para muchos especialistas "no actualizados", sirve de justificación para el dolor que tenemos.

Y esto es más habitual de lo que nos pensamos. No existe una relación entre el dolor y el daño: Si observamos una prueba de imagen de un deportista, veremos muchas "anomalías", que no van a generarle dolor necesariamente. Si esto lo hacemos con una persona mayor, en numerosos casos también se apreciarán diferentes desgastes, deformaciones, artrosis, enfermedades degenerativas, hernias discales, etc. que quizás a una persona de su misma edad no le va a generar dolor y a otra de su misma edad y situación sí.

Pero ¿cómo explicamos esto? La neurociencia nos lo explica claramente.

Nuestro cerebro ha sido hasta poco más de 50 años, un desconocido para la ciencia, básicamente porque no había ningún método para estudiarlo. En la actualidad, las evidencias que se disponen hasta el momento permiten asegurar con total rotundidad que: ¡DOLOR NO ES IGUAL A DAÑO O LESIÓN!

(En azul, el porcentaje de población con «lesiones degenerativas» descubiertas en pruebas de imagen. En naranja, el correspondiente a la población con dolor crónico musculoesquelético) 

Esta es la mejor noticia que nos podían dar a las personas diagnosticadas de fibromialgia. Para mí estudiar y entender el funcionamiento del dolor, lo que se conoce como "Educación en neurociencia del dolor", marcó un antes y un después que me sirvió para salir de esa espiral de inseguridad y de no entender lo que me estaba pasando: ¡Por fin todo tenía una explicación científica!

Está demostrado que, disponer de esta información es importante para disminuir la incertidumbre de tu cerebro. A tu cerebro no le gusta la incertidumbre, de hecho, necesita cierta seguridad para estar sano y mantener tu cuerpo bien equilibrado. Por lo tanto, el que tu propio organismo entienda cómo funciona, es una mejora inconsciente y aunque no te estés dando cuenta, te ayuda a disminuir el dolor, o incluso en muchos casos, como así ha sido, puede suceder que desaparezcan los síntomas.

Por eso hoy quiero, a grandes rasgos, explicarte de qué va todo esto, para que poco a poco lo vayas entendiendo y seas consciente de la gran oportunidad que nos ofrece la neurociencia a las personas con dolor crónico.

Primero vamos a ver qué es la Neurociencia, que no es más que; la ciencia que estudia el sistema nervioso o neurológico y todos sus aspectos, sus funciones, su estructura...etc.

Pero ¿qué es el sistema nervioso, que función tiene?

El sistema nervioso es el encargado de recoger toda la información que llega a tu cuerpo, desde tus 5 sentidos, es decir, toda la información externa, lo que ves, hueles, oyes, tocas... Pero también recoge información sobre los procesos internos del organismo, cómo están tus vísceras, tus músculos, articulaciones, también de los diferentes sistemas que se encargan del funcionamiento del organismo como el sistema inmune y endocrino... Y sobre la situación del cuerpo en el espacio y sobre la postura, movimientos, etc.

Bien, pues toda esta información es recogida por el sistema nervioso, enviándoselas a tu cerebro. Este lo que hace es emitir las "órdenes" necesarias, por llamarlo de alguna manera, para que todo tu organismo esté en equilibrio y funcione correctamente.

Y me dirás: Estupendo y ¿qué tiene que ver que yo sepa todo esto con mis dolores, con mi fatiga, con mis síntomas...?

¿Y si te digo que todos tus síntomas, los de la fibromialgia evidentemente, se deben a un error evaluativo de tu cerebro?

¿Qué tu cerebro es un cerebro hiper protector y que por eso envía señales de dolor y de peligro a tu cuerpo, cuando no tiene por qué? Te explico:

Como te decía antes, nuestro cerebro necesita información a la hora de tomar las decisiones. Todas nuestras experiencias, han ido dando lugar a numerosa información que se va a ir creando y desarrollando de un modo inconsciente. En esa información también se incluyen las experiencias acumuladas a lo largo de nuestra vida, e incluso también, las informaciones de los propios médicos, cuando hemos ido a su consulta.

En función a esos datos su respuesta del cerebro podrá ser de una manera u otra.

Pero ¿qué diferencia existe entre el cerebro de una persona con fibromialgia o dolor crónico y el de otra persona?

La diferencia es que nuestro sistema o nuestro cerebro, está equivocado, es decir, está cometiendo un ERROR EVALUATIVO, porque ha decidido que estamos corriendo un peligro cuando no lo hay y por eso envía señales de alerta que son las que nos llevan a todos los síntomas y dolores que se desencadenan.

Para que entiendas esto mejor, te explico el funcionamiento del dolor en nuestro organismo.

El dolor es la alarma que suena cuando el cerebro llega a la conclusión, de que una parte del cuerpo corre peligro de destrucción de tejidos, ya sea un hecho consumado, un hecho inminente o algo supuesto o imaginado. Es decir, cuando el cerebro ya ha hecho sus cábalas y ha decidido que nuestro organismo está corriendo peligro o puede correr peligro, él de alguna manera acciona el mecanismo del dolor, para tratar de hacernos conscientes y así tengamos ciertas conductas que eviten el daño que ya tengamos, o un posible daño que él crea que nos puede venir.

Cuando el dolor viene producido por un daño real, tiene una duración determinada y desaparece cuando la lesión se cura. Pero a veces suena la alarma, sin que se haya producido ninguna amenaza para los tejidos: Es el dolor no asociado a daño, como sería el caso de la fibromialgia. El cerebro puede interpretar erróneamente las sensaciones corporales y convertirlas en dolor. Por lo tanto, tal y como te expliqué al principio, es importante que empieces a interiorizar que: EL DOLOR NO ES IGUAL A DAÑO y QUE PUEDE EXISTIR, COMO ES NUESTRO CASO, DOLOR SIN LESIÓN, SIN DAÑO.

Y ahora te volverás a preguntar si la fibromialgia es debida a que tu cerebro no funciona bien. La respuesta es que tu cerebro y el mío funcionan perfectamente, pero resulta que nos protegen demasiado y de esta forma nos hacen la pascua...

Por lo tanto, como ya se ha dicho, el dolor no solo afecta a aspectos sensoriales, sino también cognitivos y emocionales, y se encuentra influenciado fuertemente por el contexto y el aprendizaje. Así que recuerda: el cerebro no es el RECEPTOR del dolor, sino el CONSTRUCTOR.

Pero ¡hay una solución! La misma neurociencia nos la ofrece y aquí está lo maravilloso de entender todo esto. Esa solución está basada en la neuroplasticidad, no te asustes por la palabra que enseguida vas a entender cómo funciona.

la NEUROPLASTICIDAD, es la capacidad que tiene nuestro cerebro de cambiar y de aprender, pero también de desaprender lo aprendido. Y esto es lo maravilloso, ya que, gracias a esa plasticidad de nuestras neuronas, podemos trabajar en ellas para que ese error de evaluación que tenemos interiorizado, podamos modificarlo.

De momento voy a dejarlo aquí, y la próxima semana te explicaré cómo funciona eso de la neuroplasticidad y lo que podemos hacer para sacar a nuestro cerebro de su equivocación. Por mi parte solo puedo decirte que funciona. Así que atenta, atento a la segunda parte...