Parte-21: Fibromialgia y Mindfulness; Y tú ¿qué prejuicios tienes alrededor de la meditación?

31.01.2024

Comenzamos un nuevo ciclo de publicaciones dedicadas en esta ocasión a los beneficios del Mindfulness para las personas "padecienes" de fibromialgia y dolor crónico en general. En el Blog tienes un artículo en el que explico más detalladamente dichos beneficios, te recomiendo que lo leas.

Aquí dentro de EL PLAN, voy a profundizar más en ello, ya que, sería muy interesante que, si no lo estás haciendo ya, probaras a introducirte en este mundo del Mindfulness. Mi recomendación personal es que al menos lo intentes puesto que sé por experiencia propia, que te puedes beneficiar no solo en todo lo relacionado con la fibromialgia, sino en otros muchos aspectos de tu vida y de tu desarrollo personal.

Por otra parte, es muy importante que no te creas todo lo que te voy a decir aquí, este no es mi propósito desde luego. Pero si te invito a que compruebes por ti misma lo importante que puede ser para ti y para quienes te rodean, que vivas con una mente en calma.

Incorporar a tu vida el estar presente, está demostrado que constituye una fuente de salud para quien lo practica y para los que le rodean.

Vivir atentos al presente, de forma intencionada, es como tomar una "píldora diaria de salud", para nuestro cuerpo, nuestro pensamiento, nuestra emoción y nuestras relaciones.

Existen ya muchas investigaciones confirmando que el Mindfulness o la meditación tienen un efecto terapéutico muy importante en personas con estrés, ansiedad, hipertensión, depresión, dolor crónico, migrañas, enfermedades del corazón, diabetes y otras dolencias.

Sin embargo, en esta primera publicación del ciclo, quiero hacer hincapié en los diferentes prejuicios cuando hablamos de Mindfulness que me gustaría comentarte, ya que a pesar de que cada vez hay más practicantes, todavía muchas personas tienen ideas muy equivocadas sobre esta práctica.

Espero que tú no las tengas. Si así fuera, y algo de lo expuesto a continuación te resuena, intenta hacer un ejercicio de apertura mental y que esos prejuicios no te frenen a la hora de iniciarte en la práctica.

Por todo esto, paso a disiparte LOS 9 PRINCIPALES MITOS QUE EXISTEN ALREDEDOR DE LA MEDITACIÓN:

1- Algunas personas piensan que, "MEDITAR ES DIFÍCIL:"

Hay quien piensa en la meditación como una práctica esotérica reservada sólo a los santos, hombres sagrados y gente espiritual, cosa que no es así. Cualquiera con un poco de práctica puede meditar sin mayor problema, está comprobado.

Otra de las razones por las que meditar puede parecer difícil es que tratemos de concentrarnos demasiado, estemos demasiado aferrados a los resultados, o no estemos seguros de hacerlo bien. En realidad, las técnicas pueden ser tan simples como concentrarse en la respiración o repetir un mantra en silencio.

2- Algunas personas piensan que, "TIENES QUE ACALLAR A TU MENTE PARA MEDITAR:"

Este puede que sea el mito número uno sobre la meditación y es la causa de que mucha gente lo deje por mera frustración. La meditación no va sobre parar tus pensamientos o intentar vaciar tu mente, esto al final sólo crea estrés y más ruido de parloteo interno. No podemos parar o controlar nuestros pensamientos, pero podemos decidir cuánta atención les damos. Aunque no podamos imponer silencio a nuestra mente, a través de la meditación podemos encontrar la calma que ya existe en el espacio que hay entre nuestros pensamientos. Cuando aparecen pensamientos, como inevitablemente pasará, no necesitamos juzgarlos o intentar rechazarlos. En lugar de eso, podemos suavemente devolver nuestra atención a nuestro objeto de atención como puede ser la respiración. Ten por seguro que, aunque te parezca que hayas estado pensando durante toda tu meditación, sigues recibiendo los beneficios de la práctica. El simple hecho de notar que tienes pensamientos es un avance porque comienza a cambiar tu punto de vista erróneo de que tú eres tus pensamientos y no la observadora de esos pensamientos. A medida que te identificas menos con tus pensamientos e historias, experimentas mayor paz y te abres a nuevas posibilidades.

3 – Algunas personas piensan que, "MEDITAR CONSISTE EN TRATAR DE RELAJARSE:"

Ser consciente de lo que acontece en nuestra vida está lejos de ser algo relajante, máxime si tenemos una situación complicada. De todas formas, cuanto más conscientes somos de nosotros mismos, menos ansiedad, estrés, ira... sentimos. A mayor conciencia somos menos reactivos ante las situaciones negativas tal y como lo demuestran las investigaciones.

4 – Algunas personas piensan que, "MEDITAR ES RENUNCIAR A NUESTRAS EMOCIONES:"

Es más, de hecho, se trata de lo contrario. Mediante el mindfulness tomamos conciencia plena de todo lo que nos pasa. Nos convertimos, en definitiva, en seres más sensibles, entendiendo la sensibilidad como una fortaleza, puesto que abrazamos nuestras emociones, las comprendemos, las asumimos, las asimilamos.

5 – Algunas personas piensan que, "MEDITAR SIRVE PARA REHUIR DEL DOLOR:"

A priori puede resultar chocante, e incluso puede llamar la atención que, precisamente el Mindfulness, esté dentro de los manuales de psicología positiva. Está claro que ésta es la idea que más difícil nos es de aceptar. Pero precisamente, gracias a experimentar ése estar con las experiencias menos agradables, nuestra capacidad para soportarlas aumenta. Es decir, si en vez de escapar de las emociones negativas las afrontamos y las hacemos frente, nuestro sufrimiento disminuye.

6 – Algunas personas piensan que, "SE TARDAN AÑOS DE DEDICACIÓN A LA PRÁCTICA PARA OBTENER CUALQUIER BENEFICIO:"

Los beneficios de la meditación son al mismo tiempo inmediatos y a largo plazo. Puedes empezar a experimentar sus beneficios la primera vez que te sientas a meditar y en los primeros días de práctica diaria. Muchos estudios científicos aportan pruebas de que la meditación tiene profundos efectos en la fisiología de la mente-cuerpo en tan sólo unas semanas de práctica.

Por ejemplo, un destacado estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard y el Hospital General de Massachusetts encontró que, en tan sólo ocho semanas de meditación, ésta no sólo ayudó a las personas a experimentar una reducción en la ansiedad y un mayor sentimiento de calma; sino que también produjo un crecimiento en áreas del cerebro relacionadas con la memoria, la empatía, la auto-consciencia y la regulación del estrés. También mejora la presión sanguínea, el sistema inmune y ayuda mucho con los problemas del sueño.

6 – Algunas personas piensan que, "LA MEDITACIÓN ES ESCAPISMO:"

El verdadero propósito de la meditación no es desconectar y evadirse de todo sino reconectar y ponerse en contacto con tu verdadero yo. En la meditación te sumerges por debajo de la superficie agitada de la mente, que tiende a estar llena con pensamientos repetitivos sobre el pasado y preocupaciones sobre el futuro, para estar presente en tu centro, de manera que dejas que se vayan todas las historias que te has ido contando sobre quién eres.

7 – Algunas personas piensan; "NO TENGO SUFICIENTE TIEMPO PARA MEDITAR."

Hay muchísimas personas que han hecho de la meditación una prioridad, por muy ocupados que estén a lo largo del día, por lo que si realmente te lo propones tú también lo conseguirás. Si sientes que tu agenda está demasiado llena, recuerda que incluso unos pocos minutos de meditación son mejor que ninguno. En la meditación, estamos en un estado de alerta sosegada que es extremadamente energizante para el cuerpo y la mente. A medida que vayamos practicando habitualmente, notaremos que somos más capaces de lograr más haciendo menos. Mediante las técnicas de meditación que realizamos para llegar al mindfulness, estamos adquiriendo un hábito más como puede ser hacer ejercicio o leer un libro.

8 – Algunas personas piensan que, "MEDITAR REQUIERE TENER CREENCIAS ESPIRITUALES O RELIGIOSAS:"

La meditación es una práctica que nos lleva más allá del ruidoso parloteo de nuestra mente a la calma y al silencio. No requiere de una creencia espiritual específica, y mucha gente de diferentes religiones practica la meditación sin que haya ningún conflicto con sus creencias religiosas actuales. Algunos meditadores no tienen ninguna creencia religiosa en particular, o son ateos o agnósticos. Meditan para experimentar la calma interior y los numerosos beneficios en la salud física y mental.

9 – Algunas personas piensan que; "SE SUPONE QUE TENGO QUE VIVIR EXPERIENCIAS TRASCENDENTALES EN LA MEDITACIÓN:"

Algunos se decepcionan cuando no experimentan visiones, ven colores, levitan, oyen a un coro de ángeles, o tienen una iluminación cuando meditan. Aunque podemos tener una variedad de experiencias maravillosas cuando meditamos, incluido sentimientos de dicha y unidad, esto no es el propósito de la práctica. Los beneficios reales de la meditación son los que ocurren en nuestra vida diaria. Cuando salimos de nuestra sesión de meditación, llevamos con nosotros algo de esa calma y silencio de nuestra práctica, permitiéndonos ser más creativos, empáticos, centrados y cariñosos con nosotros mismos y aquellos a quien encontramos a nuestro paso.

Por otro lado, no solo es importante tener una mente abierta e informada sobre lo que NO ES LA MEDITACIÓN, sino que también es fundamental la actitud con la que nos acercamos a la práctica.

No basta con ponerte en una postura meditativa y pensar en que algo ocurrirá. Si realizas la práctica con esas expectativas, lo único que harás será llegar a la conclusión de que la meditación no funciona para ti.

Puedes caer en el error de intentar controlar las cosas para hacer que sean de "tu gusto" o de la manera que piensas que tienen que ser. Esto es todo lo contrario a la meditación que lo único que requiere es que veas las cosas tal como son, sin prejuicios, sin juicios, simplemente debes colocarte en una posición de observadora.

En lo referente a la actitud que debes adoptar, si te acercas a la meditación pensando: «Esto no va a funcionar, pero lo haré de todas maneras», lo más probable es que no sirva de mucho y que en cuanto sientas dolor o incomodidad, te digas cosas como: «¿Lo ves? Sabía que no se me iba a ir el dolor», o «Sabía que no conseguiría concentrarme», estarás reforzando tu idea de que no va a funcionar, y lo dejarás.

También si te acercas como "auténtica creyente", segura de que éste es el camino que debes tomar, de que la meditación es "la respuesta", lo más probable es que también salgas decepcionada. En cuanto te encuentres con que sigues siendo la misma persona que eras y que este trabajo requiere esfuerzo y firmeza y no solamente una fe romántica en que la meditación te va a cambiar la vida, verás como tu entusiasmo se viene abajo y lo más probable es que desistas también.

Lo mejor es adoptar una actitud escéptica, aunque abierta, para obtener mejores resultados. Por ejemplo, si tu actitud es la de: «No sé si esto va a funcionar o no. Tengo mis dudas, pero voy a intentarlo lo mejor que pueda y veremos qué ocurre».

Como ves, la actitud que tengas en la práctica de la atención plena será determinante.

Ahora quiero hacerte una propuesta:

Lee, las veces que necesites esta publicación e identifica cuál o cuáles son tus prejuicios con relación a la meditación y anótalos.

Después busca solamente 1 minuto en el día, cuando mejor te venga, pero procura que todos los días sea a la misma hora.

Cuando se vaya acercando ese momento, céntrate en la idea de que ese minuto te lo vas a dedicar para ti y tu bienestar (te va a ayudar mucho si realizas el ejercicio con una sonrisa dibujada en tu boca).

Lo que vas a hacer es sentarte de una manera cómoda para ti, pero con la espalda recta.

Cierra los ojos y empieza a observar tu respiración.

Puedes observar cómo el aire entra y sale por la nariz o quizás sea más fácil para ti observar cómo tu abdomen sube y baja con cada entrada y salida del aire. Elige el que prefieras.

Van a aparecen pensamientos, van a aparecer sensaciones, pero no las reprimas, no luches.

Por ejemplo; si aparece un pensamiento, déjalo pasar y vuelve a tu respiración. Que aparece otro pensamiento, observa cómo nace y muere y déjalo pasar volviendo siempre a tu respiración. Por cierto, esta es una técnica común en el budismo, es lo que se hace en un primer nivel en la meditación budista.

Esto te va preparando porque en una primera fase tienes que aprender a concentrarte, tienes que aprender a centrar tu atención. Tienes que limpiar tu mente. Y la forma de limpiar tu mente no es pelear contra ella. La mente no hay forma de quitarla porque siempre va a estar ahí. Si buscas no pensar, inevitablemente vas a pensar y a salirte de la atención a tu respiración.

No es malo tener mente, tener entendimiento e ideas es maravilloso. Sería desastroso quedarnos sin esa parte.

Pero también es importante en un momento dado trascender esos pensamientos que nos molestan, esos pensamientos repetitivos. Yo pienso que sí hay que limpiarlos y la forma de limpiarlos es aceptarlos y no luchar contra ellos, tener cierta capacidad de que no se apoderen de nuestra mente.

Paradójicamente, si aceptas dejándolos pasar y dejando que afloren y que afloren y que afloren, llegará un momento en el que empiecen a calmarse y entonces es cuando vas a poder fundirte con tu respiración.

Bien, esta es una primera fase de la práctica.

Te sugiero que lo practiques a diario o al menos 3 días a la semana.

Comienza por 1 minuto solamente para ir poco a poco aumentando el tiempo. Se trata de que no darle tiempo a tu mente para que a la primera empiece a "trampear" la práctica y boicotearte. Si el acercamiento al hábito que queremos establecer en nuestras vidas es paulatino, vamos a evitarlo con toda seguridad.

No tengas ninguna expectativa, tú solamente practica.

En la próxima publicación iremos avanzando en este maravilloso y terapéutico mundo del Mindfulness.

Mientras tanto ¡que tengas una buena práctica!! 

Namasté