Parte 15 – Ayuno intermitente: Claves para que lo puedas realizar con éxito.

19.10.2023

Si has sido capaz de realizar la detóx que te he propuesto en las últimas publicaciones, estoy segura de que ya habrás notado cambios, sobre todo has llegado a dar el paso de ayunar durante algunas horas.

Hoy voy a cerrar el ciclo sobre alimentación con esta publicación dedicada al "ayuno intermitente" tan de moda en la actualidad y que yo practico habitualmente.

Pero como quiero ofrecerte una visión realista del mismo, lo he dividido en 9 claves, en las que analizo los pros y contras, de manera que puedas llegar a tus propias conclusiones y por supuesto para que sepas la mejor manera de realizarlo, fuera parte de modas y "modismos".

Un ayuno intermitente puede ser un arma de doble filo; si se hace adecuadamente, puede ser muy beneficioso, pero si te limitas tan solo a restringir tus horarios de comida sin tener en cuenta otros factores, puede ser contraproducente. Así que mucho cuidado con esto.

A continuación, te presento algunas claves a tener en cuenta si es que planeas aplicarlo en tu vida.

1. El ayuno intermitente no es una panacea:

La mayor parte de las personas comienzan un ayuno intermitente para perder peso o bien para desintoxicar su cuerpo. Efectivamente, tal y como te conté en publicaciones anteriores, si el cuerpo tiene más horas de descanso digestivo, podrá tener más energía para desintoxicarse, y esto se traduce, por lo general, en una pérdida de peso.

Sin embargo, es importante tomar conciencia y realizar otros tipos de cambios. El ayuno puede ayudar puntualmente, pero si sigues teniendo un estilo de vida enervante y con malos hábitos, no servirá de nada.

Es importante mantener una visión holística de tu salud, para poder utilizar herramientas y recursos en todas las áreas en las que sea necesario actuar de una forma integral. Muchas personas comienzan un ayuno intermitente con expectativas muy altas que luego se desmoronan porque se han centrado solamente en un área, cuando nosotros somos un todo; cuerpo, mente y energía o espíritu.

2. Desintoxicación del cuerpo:

Un ayuno intermitente es bueno porque le va a permitir un descanso digestivo a tu cuerpo para que inicie sus procesos de regeneración y busque su homeostasis interna. También, viene bien para tener orden en los horarios de comida y evitar usarla como gestión emocional o resolución de conflictos; sobre esto ya hablo en el blog, pero más adelante cuando abordemos el área emocional profundizaremos más, de modo que, si es tu caso, puedas gestionar tus emociones por otras vías que no sea la comida.

3. Comer adecuadamente en los períodos de ingesta:

Para que un ayuno intermitente sea factible y exitoso, más que seguir estrictamente los horarios de restricción, es esencial comer adecuadamente en los períodos de ingesta.

Si solo te limitas a restringir las ingestas durante, por ejemplo, 16 horas al día, y luego en las 8 horas restantes comes de todo y con malas combinaciones, al rato vas a tener hambre verdadera nuevamente porque el cuerpo no ha sido nutrido adecuadamente. En estos casos, el cuerpo pedirá constantemente comida porque realmente la necesita.

Sin embargo, siguiendo el ejemplo anterior, si tienes hambre real en determinado momento porque el cuerpo te lo pide, pero tu mente dice que no, porque no tiene que comer a ciertas horas, eso terminará por generarte tensión interna, lo cual te llevaría a frustración y efectos rebote. Tan malo es comer cuando no hay hambre como no comer cuando hay hambre real.

En estos períodos de ingesta es clave incorporar alimentos vivos, adaptados a nuestra fisiología, para que el cuerpo quede nutrido y satisfecho, así como combinar los alimentos adecuadamente, tal y como te explico en la Parte – 11, para evitar fermentaciones y putrefacciones. Si no lo haces así, tu cuerpo no asimilará bien esos alimentos y para metabolizarlos tiene que coger reservas de tu organismo, lo cual puede llevar a deficiencias y perturbación del equilibrio de tu metabolismo, por lo que luego te va a reclamar más alimento para compensar.

Por ejemplo, en un ayuno intermitente donde la ventana de ingesta es de 8 horas, sería recomendable que una de las comidas sea enteramente de fruta, para asegurarte de nutrir adecuadamente a tu cuerpo. Cuánto más alimento fresco, menos hambre, por lo cual se necesitarás comer menos.

4. Reducir o eliminar tóxicos y anti-alimentos:

Mientras no eliminemos o al menos reduzcamos tóxicos como alcohol, café, medicamentos, y anti-alimentos como sal, azúcar, harina blanca y productos procesados en general, puede ser complicado mantener un ayuno intermitente, sobre todo si es un ayuno de varias horas. Los tóxicos demandan grandes cantidades de nutrientes para metabolizarlos, a la vez que generan desajustes metabólicos, por lo cual el cuerpo seguirá reclamando nutrientes y así se despertará el hambre real. A medida que se vayan quitando, habrá menos demanda de comida.

5. Respetar los biorritmos:

Si no se respetan los biorritmos y se come en la noche, momento en que el cuerpo no está preparado para gestionar el alimento, también se generan desequilibrios y el cuerpo pedirá seguir comiendo para neutralizar la pérdida de nutrientes.

6. Un ayuno intermitente debería ser algo natural:

En el momento en que uno come suficientes alimentos vivos, incorporando frutas y verduras suficientes, las células se nutren y ese ayuno intermitente viene de manera natural, porque esas demandas de comer constantes son debidas a que el cuerpo tiene hambre. Al eliminar tóxicos y anti-alimentos, respetar las combinaciones y los biorritmos, y no usar la comida como gestión emocional, se puede llevar a un ayuno sin tensión de 16, 18 o incluso hasta de 24 horas.

En otras palabras, para que el ayuno intermitente surja de manera natural, tienes que aprender a comer adecuadamente en los períodos de ingesta.

7. Comer en un adecuado estado emocional:

Si comes cuando tu cuerpo no tiene energía para metabolizar el alimento, en situaciones de exceso de trabajo o de actividad mental, o bien durante una crisis física o psicoemocional, el hambre real desaparece y el organismo no podrá manejar el alimento generando putrefacción y fermentación. Esto llevará a que muy pronto tu cuerpo reclame más comida, generando tensión y efectos rebote si es que te fuerzas a seguir los horarios de restricción sin respetar el hambre real.

Asimismo, si no estas gestionando emociones, conflictos y ocupándome de tu estilo de vida, te resultará muy difícil mantener un ayuno intermitente. El mejorar una dieta implica mejorar el estilo de vida, trabajando los conflictos y no paliando emociones por la vía de la comida. Si solo nos ocupamos de la dieta y no de otras cosas que me están desvitalizando, el trabajo será incompleto y nos generará mucha tensión.

8. Tomar conciencia de las verdaderas causas de los problemas de salud:

Además de permitir el proceso homeostático, un ayuno intermitente nos tiene que llevar a tomar conciencia de aquellas cosas que realmente nos desvitalizan, y posteriormente generar los cambios necesarios. En general, es más interesante hacer algo no tan restrictivo, pero que sea sostenible en el largo plazo, paralelamente a que se trabajen otras áreas. Desde el momento en que el ayuno intermitente te lleve a tener tensión, debes realizar los cambios necesarios para encontrar la manera adecuada para ti de realizarlo, porque significa que no funciona.

9. Crisis de desintoxicación:

Si estás tomando medicación debes tener cuidado con el ayuno intermitente, porque te puede llevar a crisis de desintoxicación con fuerte sintomatología física o psicoemocional, que quizás estés tratando de tapar con el medicamento. Es posible que, en personas con alta carga tóxica, que toman medicación, rebrote una ansiedad o una depresión que intentan tapar con la medicación, o bien una crisis física como un ardor de estómago, inflamación, artritis, etc.

Si bien estas crisis son respuesta de curación del cuerpo, te recomiendo hacerlo de forma más gradual para que sean llevaderas, a la vez que trabajes esas otras áreas que necesites para un estado de salud y equilibrio.

Variantes del ayuno intermitente:

La fórmula más común del ayuno intermitente es restringir el alimento de unas 12 a 16 horas por día.

Hay más variantes como comer normal durante 5 días y luego comer solamente 500 calorías o hacer ayuno total durante 2 días. También hay quien hace ayunos en días alternos, comiendo un día y ayunando al siguiente, o incluso hacer ayunos de 36 horas una vez a la semana.

En cualquier caso, no va a tener sentido hacer ninguno de estos ayunos intermitentes, si no respetas el lenguaje de tu organismo. Normalmente, en esos períodos de ayuno es muy fácil que se genere tensión, porque no somos capaces de, los demás días, llevar una adecuada alimentación. Corremos el riesgo de pasar de un extremo a otro. Ni tampoco somos capaces de tomar conciencia ni de hacer cambios serios de las verdaderas causas detrás de los problemas de nuestra salud.

En todos los casos, el mejor barómetro es el hambre; si ante este ayuno intermitente hay hambre, está mal hecho porque no se está respetando la demanda del cuerpo.

Concluyendo, hay que tener cuidado con el ayuno intermitente, ya que si no se hace adecuadamente nos pueden llevar a perturbar el organismo y psique. Pero siempre puedes tomar conciencia e ir experimentando. La experiencia va a ser tu mejor maestra.

Te sugiero que leas las veces necesarias este artículo porque eso te ayudará a integrar toda la información que necesitas para poder realizar ayunos intermitentes exitosos, lo que te ayudarán con tu salud, como es mi caso.

Mucho ánimo y ya sabes que estoy para cualquier duda que tengas en mi Messenger de Facebook.