Parte 17 – Empieza a despedirte de tus vampiros energéticos.

30.11.2023

Hoy quiero hablarte sobre la fatiga aprendida.

Y tú me dirás; ¡anda ya!! cómo se va a aprender a estar cansada.

Si te fijas, te hablo de fatiga. Hasta ahora todo el rato he estado refiriéndome al cansancio, pero es lo mismo.

Con el término fatiga pasa lo mismo que con el término crónico. Es un concepto plagado de connotaciones.

Hablar de fatiga persistente, parece que es más grave que hablar de cansancio persistente. En muchas ocasiones, la mayoría, se asocia con la fibromialgia, y entonces aparece la idea de que es difícil de superar la situación.

Pero al final, solo es cansancio, que puede ser intenso, pero sigue siendo cansancio.

Aclarado esto, seguimos…

¿Y entonces, cómo es esto de que la fatiga también se aprende?

Si recuerdas en la Parte 4 del Plan: "Tu cerebro tu ordenador portátil", te comentaba sobre las diferentes razones biológicas para que a veces tengamos malestar físico o psicológico sin que haya una enfermedad.

Allí te explicaba las nuevas evidencias neurocientíficas el dolor persistente.

Te sugiero que lo vuelvas a leer o escuchar de nuevo, para que refresques tus ideas al respecto. Esto te ayudará a integrar este nuevo paradigma. De hecho, mi recomendación es que cada cierto tiempo vuelvas a releer las Partes, 2, 3 y 4 del Plan, para que integres mejor los conceptos y tu cerebro vaya poco a poco cambiando sus "mapas neuronales".

Estos estudios verifican que el dolor es el resultado de la evaluación que nuestro cerebro realiza sobre nuestro interior, sobre lo que percibimos, sobre lo que nos dicen, de lo que pensamos, de forma consciente y de forma inconsciente.

En ocasiones, como en nuestro caso con la fibromialgia, nuestro cerebro, ve peligro donde no lo hay y por eso pone todos los mecanismos de defensa a funcionar enviándonos los síntomas como protección. En realidad, estos síntomas no son más que esos mecanismos de defensa que pone nuestro organismo para su supervivencia, ya que esa es su prioridad.

Bien, teniendo todo esto claro ¿qué pasa con el cansancio/fatiga persistente?

Pues ocurre lo mismo que con el dolor, ya que ese cansancio no es más que otro síntoma que nos está enviando nuestro cerebro para protegernos de algo que solo él ve porque está hipersensibilizado nuestro sistema nervioso central.

Es decir, nuestro cansancio no es más que un juicio, equivocado eso sí, de nuestro propio cerebro.

Además, todo esto hace que se produzca el fenómeno asociativo, que además nos suele pasar automáticamente:

Cada vez que salgo a caminar, me fatigo…

Cada vez que me pongo delante del ordenador, pasado un tiempo me fatigo…

Si tengo que coger peso me fatigo…

Después de comer me fatigo...

Si tengo que hacer tareas, las que sean, me fatigo...

Es decir, se asocia la tarea con el síntoma, y entonces cada vez que realizamos la tarea se dispara el cansancio, aunque no esté justificado.

Y así poco a poco se va instalando el aprendizaje del cansancio y cada vez que intentas descansar más, vas perdiendo forma física y es más fácil que aparezca más pronto el cansancio.

Igualito, igualito que el dolor.

Me gustaría que comprendieras que todo esto que te describo, va mucho más allá de un síntoma en particular, que esto es un mecanismo universal que se da en todos los síntomas y que por tanto te puede ayudar a entender ese mecanismo con cualquier síntoma que tengas y que no tenga, evidentemente, una base patológica.

No olvides que en el dolor puede haber un daño de tejidos real y, por tanto, el dolor estaría justificado. Pero con cualquier síntoma, si se descarta el factor físico, lo que suele ocurrir es que tu cerebro está enviando mensajes equivocados porque no hay en realidad nada malo en tu organismo. Tu cerebro te está sobreprotegiendo y te envía esos síntomas para que te cuides y protejas, ¡Y TODO ESTO SIN UNA RAZÓN REAL!!!

Bueno, y entonces, ahora que ya sabemos la teoría, vamos a la práctica ¿qué hacemos con este cansancio aprendido?

Vamos a partir de que cuando aparece el cansancio, este te está indicando que tu organismo está falto de energía, que por lo que sea, tienes poca "gasolina".

Así que vamos a enfocarnos tanto en la manera de no malgastar esa energía, como en la forma de obtener más energía:

Si recuerdas, la semana pasada vimos que aceptar el cansancio es el primer paso para salir del hoyo. ¡ACEPTACIÓN, SIEMPRE ACEPTACIÓN!!! Nunca me cansaré de repetirlo.

Luchar y resistirse a un síntoma, consume muchos recursos, mucha energía.

La siguiente estrategia para evitar el gasto de energía innecesario es reducir las tareas.

Cada vez más, vemos como la sociedad del rendimiento, nos hace que nos llenemos de tareas a base de autoexigencia, positivismo, hiper conectividad, exposición social digital…etc.

Muchas veces también la saturación y el activismo, derivados del no querer pararnos a analizar realmente qué nos sucede interiormente, provocan el mismo fenómeno.

Al igual que la sobrecarga por apego; cuando nos desvivimos por el otro en busca de su constante aprobación o la de la sociedad, porque en nuestro interior pensamos que así es "como tiene que ser", (esta frase me horroriza…)

Visto todo esto, te invito a que cojas de nuevo papelito y boli y hagas un examen de todas esas cosas, situaciones, acciones, vivencias de tu día a día, incluso personas que sabes te están desvitalizando y "chupándote" tu energía.

Intenta darte cuenta de qué o quién son tus "vampiros energéticos"

Una vez hecho el listado, empieza por la causa menos complicada, la que te resulte más fácil de soltar y márcate un plan para poco a poco revertir la situación.

Y así con cada una de ellas. Intenta empezar por las más fáciles para que cuando llegues a las más complicadas ya tengas un poco de experiencia en el tema…

Busca que tu objetivo sea mantener la poca o mucha energía de la que dispones. Encuentra esos goteos que te están consumiendo. ¡¡NO TE LOS PUEDES PERMITIR!!! ya que tu "gasolina", por lo general, estará bajo mínimos y así no se puede funcionar.

Debes aprender a organizarte para quedarte exclusivamente con las tareas importantes. Y si un día no puedes, no dudes en indicárselo a quien corresponda para que te eche una mano en ese momento.

También es importante saber qué es lo verdaderamente imprescindible en tu vida.

Este trabajo puede resultarte complicado ya que a veces no somos capaces de ver nuestra propia realidad. Pero te animo a que al menos te pongas delante del papel y te preguntes por tu día a día. Estoy convencida de que, si lo haces desde la autocompasión, las ganas de mejorar y sin batallas ni autoboicots, algo saldrá.

Ahora veamos cómo puedes obtener energía:

No sé si será tu caso, pero muchas veces se utilizan estimulantes para poder hacer frente a nuestras labores diarias, sean las que sean.

Aparte de la cafeína y de la teína, se usan habitualmente la taurina, el gin sen y la yerba mate…

Si se consumen con moderación, en principio no hay ningún problema. Pero ninguno de estos estimulantes son la solución al cansancio. Es más, si se abusa pueden ser muy contraproducentes ya que activan el sistema nervioso simpático y producen un efecto rebote a largo plazo.

Muchas personas pueden utilizar los complejos vitamínicos, pero en este caso también debemos tener en cuenta una cosa; si tienes un déficit real de alguna vitamina o de algún oligoelemento, son maravillosos, pero solo funcionan si tienes un déficit real. Aunque a veces, en las analíticas no es detectado un nivel bajo de alguna vitamina o de otros elementos importantes y un complejo vitamínico puede ser efectivo.

¿Y qué pasa con la alimentación?

En este Plan ya te he hablado de que el primer cambio importante que hice cuando decidí tomar las riendas de mi salud, fue cambiar determinados hábitos de mi dieta y de mi manera de alimentarme, por lo que me voy a permitir remitirte a las publicaciones anteriores relacionadas con la alimentación: Parte 10, 11, 12, 13, 14 y 15

Dado que las vitaminas y otros elementos imprescindibles para la nutrición celular deben ser aportados exclusivamente por la dieta, porque no somos capaces de producirlos nosotros mismos, debemos tener una dieta lo más variada posible. Variar las carnes, el pescado, las verduras y hortalizas, las legumbres, etc… Solemos repetir mucho los mismos platos e ingredientes.

También la deshidratación puede ocasionar cansancio.

Solo debes preocuparte de tener un nivel óptimo de consumo de agua y nada más.

Otra forma de obtener energía es el ejercicio físico.

Para que el ejercicio físico nos de energía, debe ser moderado y frecuente.

Lo que buscamos con el ejercicio físico es aumentar nuestra resistencia para no volvernos cada vez más frágiles. En la Parte 7 te hablo sobre cómo afrontar el ejercicio en nuestra situación.

Sabemos también que el ejercicio es especialmente útil en el cansancio mental, porqué cambia el foco de nuestra atención y dinamiza nuestro cuerpo y nos ayuda en el descanso nocturno.

También te comenté que la meditación ayuda mucho con nuestra energía, a focalizarla y a sentirnos más frescos física y mentalmente. Si no lo practicas, te invito a que al menos lo experimentes y después decidas si lo quieres incorporar en tu vida.

Ya, por último, evidentemente, la mayor fuente de energía siempre va a ser el tener un buen sueño reparador. Este suele ser nuestro talón de Aquiles.

De todo esto te hablaré la próxima publicación.

Si tienes alguna duda o consideras que te puedo ayudar en algo, no dudes en ponerte en contacto por Messenger.

Buen descanso compañera, compañero.