Sobre fibromialgia, autoestima y motivación… ¿y tú cuánto te quieres?

27.10.2022

Hace algunos años en uno de los trabajos en los que he estado, escuché a mi jefa decir la frase: "Hay días en los que me escondería de mí misma...". La verdad que esa frase resonó en mí, ya que esa sensación la había experimentado muchas veces a lo largo de mi vida...

Todos tenemos días, incluso etapas de nuestras vidas así, forman parte del ser humano. La vida "happy" es una falacia y sería una irresponsabilidad por nuestra parte pensar lo contrario. Más que nada porque entraríamos en una espiral de frustraciones de la que no podríamos salir.

La vida es como es y cada uno sabe lo que le ha tocado vivir.

Mi vida no ha sido fácil y supongo que la tuya en muchos momentos tampoco. He pasado por momentos verdaderamente complicados, incluso, te voy a ser sincera, hubo un momento en el que me cuestioné seriamente desaparecer.

Cuando han pasado los años y recuerdo ese momento, he logrado ver esa situación desde otra perspectiva. Me he dado cuenta de que esos momentos tan complicados que viví como dramáticos y vacíos, estaban condicionados única exclusivamente por mis propios pensamientos y por la forma en que los viví. Y ahora te explico por qué:

¿No te has cuestionado nunca porque ante una misma situación, hay personas que experimentan la vida de una manera y otras que la experimentan de otra totalmente diferente? Está claro que todos somos diferentes y que funcionamos dependiendo de muchos factores, empezando por la genética y siguiendo por nuestras experiencias de vida, personalidad, cultura, influencias, etc. En esto estarás de acuerdo. Y si nuestra respuesta a las circunstancias de la vida depende de tantos factores, ¿existe alguna posibilidad de cambiar esa tendencia? Rotundamente sí. Evidentemente hay situaciones en las que se necesitará ayuda profesional y farmacológica. De hecho, yo la necesite. Pero una vez que ya se ha salido del agujero profundo, tenemos que saber que de alguna forma podemos conseguir la motivación suficiente para mejorar nuestra situación, si sabemos gestionarnos y buscamos las herramientas adecuadas.

Pero ¿cómo?

El ejemplo del que te he hablado antes fue una situación extrema de la que supe salir y me sirvió para prometerme a mí misma que iba a poner todo de mi parte para que no me volviera a ocurrir. Y aquí es a donde quería llegar. Quise salir, quise que no se repitiera y a partir de ahí puse todo lo que estaba de mi parte: "QUISE E HICE".

El primer paso, es QUERER CAMBIAR ya que, si esto no lo tenemos claro, de nada sirve lo que hagamos, siempre nos auto boicotearemos y haremos lo posible porque no funcione para poder seguir diciéndonos a nosotras, a nosotros mismos, y a los demás: "¡lo ves! no está en mis manos, yo no puedo y no es porque no lo intente..."

Debemos decirnos la verdad, porque, y aunque parezca que estoy diciendo una barbaridad, muchas veces ni siquiera nos planteamos que podemos salir de las situaciones complicadas y no diré que nos gusta estar donde estamos, pero nos sentimos incapaces de ver y buscar la manera de salir de esa espiral. A veces no nos sentimos merecedoras, merecedores de vivir de otra manera y sin darnos cuenta nos convertimos en víctimas de no sabemos muy bien qué; ¿la vida? ¿el universo? ¿el resto del mundo? y es que además lo utilizamos como arma manipuladora con los que nos rodean... Duro ¿no?

Quizás ahora estés pensando; pero ¡qué dice esta loca! ¡cómo voy a querer estar como estoy! ¡y encima me dice que manipulo!

Yo no digo que esto sea así en tu caso, o sí, nunca se sabe, pero a lo que quiero llegar es que tenemos que hacer un trabajo de sinceridad y averiguar en qué punto estamos realmente.

Einstein decía: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Y esta es la clave. Esto es lo que nos tenemos que grabar en nuestra mente si realmente queremos mejorar las cosas.

Pero ¿qué es lo que nos impide muchas veces ver esa necesidad de cambio y mucho más en nuestra situación?

Para mí el pilar fundamental es la autoestima, el amor propio bien entendido. A veces el sentirnos constantemente enfermas/enfermos y mal, puede llegar inconscientemente a producir un rechazo hacia nosotros mismos sin ni siquiera darnos cuenta. Suele ser a un nivel profundo. Quizás porque nos culpabilizamos de lo que nos está ocurriendo y de las consecuencias que nos está acarreando a nosotros y a nuestro entorno. Esto se puede estar moviendo a niveles muy subconscientes, como digo y nos hace que nos estemos constantemente boicoteando.

La autoestima es la valoración que hacemos de nosotras, de nosotros mismos en base a las experiencias y vivencias que vamos adquiriendo en nuestra vida. Es decir, si en un momento actuaste de determinada manera, dependiendo de los resultados si fueron negativos o positivos, así será esa valoración que hagas de ti misma, de ti mismo.

En definitiva, tiene que ver con las creencias que tengas de ti y tiene mucho que ver con tu autoimagen. El caso es que esa manera en que te sientas contigo es algo tan fundamental que repercute directamente en todas las áreas de tu vida.

La mayoría de nosotras, en especial las mujeres, por nuestro perfil psicológico, tenemos una tendencia, entrenada durante años, que nos lleva a castigarnos con mayor frecuencia que con la que nos premiamos. Una forma de percibir y construir nuestra realidad con un trasfondo que de alguna manera nos invita a "odiarnos", entre comillas o simplemente a no querernos lo suficiente, con las consecuencias que este modo de vivirnos conlleva.

La autoestima es el pilar que construye nuestro bienestar y nuestro crecimiento emocional. No hay, de hecho, ni un solo problema psicológico que no provenga de a una baja autoestima. Esto es así porque de todos los juicios a los que nos sometemos a lo largo de nuestra vida no hay ninguno tan importante como el nuestro propio.

Y como ya sabes que me gusta siempre ofrecerte herramientas para que las puedas ir poniendo en práctica y que te ayuden a sentirte mejor, aquí tienes unos consejos para empezar a quererte un poquito más, por si crees que los puedes necesitar:

1º Comienza por darte cuenta de todos los obstáculos que has ido superando a lo largo de tu vida y que quizás estés superando en la actualidad; ¿no crees que ya son razones más que suficientes para quererte? Muchas de las experiencias que llevamos en nuestra mochila de recuerdos, aunque nos parezcan nimiedades, son obstáculos que superamos y nos hacen ser lo que somos: grandes y extraordinarias personas.

2º Practica el amor hacia tu persona y siéntete increíble por todo lo que has logrado hasta ahora. De esta manera alimentarás tu confianza. Las situaciones que vemos como dificultades o grandes problemas son en realidad aquellas experiencias que van a permitir un crecimiento interior en ti. Evita quejarte, acéptalos y ama esos momentos porque constituyen los pasos adecuados hacia tus sueños.

3º Para empezar a quererte tienes que saber por qué no lo haces. Como te comentaba en el punto anterior, tenemos tendencia a protegernos de nosotras, de nosotros mismos, valorando y enfocando la atención sobre nuestros defectos y carencias. Muchas veces nos criticamos en exceso y ni somos conscientes de ello, haciéndonos un gran daño con las palabras que nos decimos y lanzamos a nuestro corazón. Yo misma fui un claro ejemplo de esta circunstancia. Afortunadamente esto ha cambiado.

4º Hay que evitar aquellas creencias que son un obstáculo para nuestro amor propio, y por eso es necesario identificarlas primero. Esto a veces implica llevar la contraria a personas que queremos y que nos quieren, que buscan lo mejor para nosotras, pero que también se equivocan. Ellos pueden aconsejarte, pero la última persona responsable de tus decisiones eres tú.

Eres la única persona que sabe cómo hacerse sentir bien, así que no pierdas tu tiempo sintiéndote mal.

5º Practica el "lo siento y gracias" con amor hacia ti, porque nos enseñan a ser amables, a ser personas compasivas y a prestar atención a las necesidades de los demás: es lo que se supone que hace una buena persona. Concédete el regalo de darte las gracias por todos aquellos momentos que has sido capaz de superar y de los cuales has aprendido sin hacer daño a nadie, ni siquiera a ti misma, a ti mismo.

6º Felicítate por cada decisión que tomas con valentía y constancia, confiando en ti en todo momento. Valora lo afortunada, lo afortunado que eres por tener esa libertad y haber tomado la decisión de no sabotearla. Muchas veces utilizamos como escudo a los demás y salimos de la guarida solamente cuando todo ha salido bien.

7º Tómate momentos de reflexión, y piensa en cómo te hablas y te relacionas contigo. Si no lo haces como te gustaría pídete un "lo siento" por ello.

Llevar a cabo este tipo de hábitos y acciones te permitirán despejar tu mente, hacer las paces con tu yo interior y, lo más importante, quererte como el ser humano extraordinario que eres.

Así que te invito a que realices un trabajo de reflexión e intentes mirar por tu ventanita interior para tomar conciencia de cómo tienes tu baremo de amor y aceptación hacia tu persona.