Parte 11 - Ya lo decía Hipócrates: "Que el alimento sea tu medicina..."

Hoy quiero hablarte de una de las primeras cosas que hice cuando decidí tomar las riendas de mi salud y que fue hacerle caso al padre de la medicina, Hipócrates, que decía: "Que el alimento sea tu medicina, que la medicina sea tu alimento". El hacerme consciente de mi alimentación, ha sido uno de los pilares fundamentales que me ha ayudado a conseguir "escapar" de la cárcel de la fibromialgia. En realidad, fue lo primero que comencé a cambiar...

Sabemos que existen muchas ideas, no muy claras, sobre lo que es una alimentación saludable. Esto al final se ha convertido en un montón de dietas, modas y negocios, que lo único que hacen es marear al personal y frustrarlo. Desde luego que la mejor alimentación para nuestro organismo y la más saludable, es la que sea la más simple y la más natural posible. Por desgracia, los alimentos que introducimos en nuestro cuerpo son cada vez menos nutritivos y más procesados, por lo que van intoxicándonos poco a poco...

No nos alimenta lo que comemos, sino lo que asimilamos. Elegir alimentos en base a sus nutrientes y no en base a sus calorías es importante, pero también es importante combinar adecuadamente, comer en un estado emocional adecuado, no usar la comida como gestión emocional, comer dentro de los biorritmos, comer en un estado de relajación, no derrochar energía con sustancias tóxicas. Cuando tenemos en cuenta todos esos factores es cuando hablamos de una nutrición adecuada.

Hace poco más de cuatro o cinco años, se publicó en una de las revistas médicas más prestigiosas, que nuestro intestino se comunica constantemente con nuestro cerebro. En nuestro intestino, tenemos hasta dos kilos de bichitos minúsculos de bacterias intestinales que desempeñan un papel esencial en el desarrollo y la homeostasis, el equilibrio, del sistema inmunitario y que componen lo que se llama la microbiota. Esos bichitos actúan sobre nuestro sistema nervioso y sobre el sistema endocrino e inmune. O sea, que tiene muchísima importancia para el funcionamiento de nuestro cuerpo. De hecho, el comportamiento de esos bichitos, de esa microbiota, regula directamente la actividad de nuestro cerebro, del que ya os hablé en la Parte 10 y del que, ya sabemos que al final es él, el que toma las decisiones en nuestro organismo, fijaos en la importancia de todo esto.

Hay otro estudio más reciente que ha constatado que el estado de nuestro intestino tiene mucho que ver con nuestro estado de ánimo y con cómo nos comunicamos con el entorno y con los demás… cómo vemos el mundo… cómo interpretamos lo que está sucediendo, etc.

El buen estado de esta microbiota, se ve influenciado por muchos factores como puede ser la contaminación, la cantidad de medicamentos que hayamos tomado, el estilo de vida, la actividad física, etc. pero sobre todo por la dieta fundamentalmente. Es decir que al final nuestro cerebro se alimenta de lo mismo que nos alimentamos nosotros. Por lo tanto, es fundamental que cuidemos nuestro estilo de vida en general y nuestra alimentación en particular.

Dicho esto, me gustaría hablarte de un tema sobre la alimentación que habitualmente no se tiene en cuenta, pero que, si lo hacemos, nos va a facilitar de una manera muy sencilla el mantener esa microbiota en perfecto estado, porque nos va a dar las pautas para llevar una dieta saludable y natural. Os hablo de combinaciones correctas o compatibilidad de alimentos que nos facilitan la digestión y por lo tanto nuestro organismo va a poder asimilar mejor los nutrientes de los alimentos que ingerimos.

Mezclar muchos tipos de alimentos en un mismo plato no nos facilita la digestión, al contrario, la hace más lenta y obliga al cuerpo a trabajar el doble. Esto nos va a dar esa sensación de pesadez, cansancio, sueño, inflamación...

Pero porqué ocurre todo esto:

Como sabes existen diferentes grupos de alimentos: proteínas, hidratos de carbono, grasas... y cada uno de ellos requiere tiempos diferentes para su digestión y también diferentes tipos de enzimas para poder ser digeridos. Cuando ingerimos un alimento, este va a activar determinadas enzimas que pueden "competir" entre sí, por decirlo de alguna manera, lo que creará un ambiente neutro que lo único que hace es inhibir y retrasar el proceso digestivo. Eso puede originar fermentación de azúcares y putrefacción de proteínas en el estómago, y provocar gases, inflamación y otros síntomas de indigestión. Un proceso de fermentación en el intestino es fuente de alimento para bacterias y levaduras. La putrefacción de las proteínas genera residuos tóxicos, para nada saludables y cuya acumulación suele dar como resultado una mala salud en general.

El concepto de la correcta combinación de los alimentos es aplicable y altamente beneficioso para todos los estilos de alimentación: se consuma carne, huevo, pescado, lácteos, o se practique el vegetarianismo.

¿Cuáles son los beneficios de una correcta combinación de alimentos?:

Favorece el proceso de digestión.

1. Mejora drásticamente la absorción de nutrientes.
2. Evita la fermentación de alimentos.
3. Evita gases y molestias.
4. Mantendrá su peso bajo control.
5. Evita la acidez en el estómago.
6. Reduce el reflujo gástrico.
7. Evita la acumulación de toxinas.

Y, por último, importantísimo para personas con fibromialgia, aumenta nuestro nivel de energía, debido a que el sistema digestivo no va a necesitar utilizar tanta en sus procesos digestivos. Este fue uno de los primeros cambios que noté cuando cambié mis hábitos alimenticios, lo que me ayudó muchísimo para seguir adelante.

Pero ¿cómo sería una correcta combinación de los alimentos?

Primero vamos a clasificar los alimentos en grupos y así veremos qué grupos se llevan bien y cuáles debemos evitar consumir al mismo tiempo.

-Grupo Proteína:

• Legumbres: lentejas, garbanzos, soja, habas, frijoles, alubias, hongos, judías/chauchas, arvejas/guisantes.
• Semillas y frutos secos: avellanas, nueces, almendras, semillas de lino, calabaza, girasol, sésamo.
• Algas.
• Proteínas de origen animal: huevo, carne, leche, quesos.

-Grupo Hidratos de carbono:

• Cereales y pseudo cereales: arroz, trigo sarraceno, mijo, centeno, avena, quinoa, amaranto, espelta y todo lo elaborado con ellos, como pan, pasta, pizza, tartas, etc.
• Vegetales con alto contenido de almidón: calabaza, papa/patata, boniato, batata/patata dulce, zanahoria, remolacha, maíz.

-Grupo Grasas y Aceites:

• Aguacate/palta, coco, aceites en general, mantequilla/manteca.

-Grupo Vegetales:

• Espárragos, brócoli, pimiento/morrón, repollo, apio, tomate, pepino, cebollas, ajo, rabanito, zucchini, berenjena, puerro, todas las hojas verdes y las hierbas aromáticas.

-Grupo Frutas:

• Dulces: banana/plátano, uva, dátiles, higos, papaya.
• Semiácidas: manzana, pera, frutos rojos, mango, durazno/melocotón, cereza, ciruela.
• Ácidas: naranja, fresa/frutilla, ananá, kiwi, limón, lima, pomelo.

El melón y la sandía se recomienda comerlos solos y nunca mezclarlos con otros alimentos, ya que se digieren muy rápidamente.

PAUTAS PARA UNA CORRECTA COMBINACIÓN DE ALIMENTOS

-Respeta la porción 7/1 a la hora de mezclar proteínas con hidratos. Aunque lo ideal sería no mezclarlas ya que, esta es la peor combinación en cuanto a enlentecimiento digestivo e intoxicación intestinal.

-Procura no mezclar dos proteínas en el mismo plato, ya que las proteínas son el grupo más difícil de digerir por su compleja diversidad de aminoácidos, lo que lleva al cuerpo a invertir mucha energía y tiempo para digerirlas. Por el contrario, podremos mezclar dos proteínas de origen vegetal diferentes en un mismo plato: frutos secos, semillas y algas, ya que tienen una estructura química más simple. Las legumbres son difíciles de digerir porque contienen proteínas e hidratos de carbono en su composición, por lo que no es recomendable mezclarlas y es aconsejable acompañarlas de vegetales sin almidón.

-Los hidratos de carbono combinalos con vegetales sin almidón y evita mezclar dos hidratos de carbono distintos en el mismo plato.

-Las grasas se pueden combinar con proteína y con hidratos de carbono.

-El grupo de vegetales se puede mezclar con todos los grupos.

-La fruta siempre cómela sola ya que se digiere rápidamente. No es aconsejable mezclar dos frutas de distinto subgrupo entre sí, por ejemplo, no mezclar una fruta ácida con una fruta dulce. La fruta solo puede combinarse con los vegetales de hoja verde (por ejemplo, para elaborar batidos verdes).

-Evita tomar líquidos durante las comidas para no diluir los jugos gástricos ni las enzimas necesarias para hacer el proceso de la digestión. Se recomienda no consumir líquidos entre 1 hora y 1 ½ antes y después de comer.

-No combines hidratos de carbono con alimentos ácidos, como las frutas ácidas (naranja, pomelo, limón) ni con los tomates, ya que son ricos en ácidos málico, oxálico y cítrico, que impiden la digestión de los hidratos de carbono. Por lo tanto, siento decirte que el arroz con tomate NO es una buena combinación.

-En cualquier caso, si respetamos la proporción de 7/1, para las combinaciones entre grupos incompatibles, nuestro organismo no se vería afectado. Por ejemplo 7 partes de carne (proteína) con 1 de patatas (hidratos de carbono).

También es aconsejable que no nos convirtamos en fanáticos con estos temas. De vez en cuando, yo lo suelo hacer una vez por semana, no pasa nada por saltarte "las reglas", y comer como te dé la gana. Siempre teniendo en cuenta que al día siguiente vas a continuar con una correcta combinación de los alimentos que ingieras.

No te lleves las manos a la cabeza ni te sientas perdid@; una vez le cojas el truco, la teoría no te parecerá nada restrictiva, sino sencilla y además te va a permitir seguir comiendo variado. Te animo a ponerla en práctica, sin agobios, para ver si notas algún beneficio. No hay nada que perder y mucho que ganar.
Ten siempre presente, sin embargo, el concepto de bio individualidad: cada persona es diferente; lo que a mí me puede ir de perlas a ti te puede provocar indigestión, y al revés. Por eso mismo, recuerda que: "la propia experiencia es la mejor verdad"

Hasta la próxima semana!!!